Aquí las cosas siempre se han hecho así.
Demoledora sentencia, sin duda!
Pues aunque no lo parezca, ese tipo de frases son más habituales de lo que creemos y es porque, en ocasiones,
y descubre nuestra faceta profesional más incompetente, la de considerar que la manera más óptima de hacer las cosas es como nosotros lo estamos haciendo sin escuchar otras ideas ni tener en cuenta nuevos aprendizajes.
Es entonces cuando justificamos la decadente situación de nuestra empresa en base a comportamientos sorprendentes de la competencia, cambios del entorno, etc, desviando así la atención de nuestra escasa capacidad de mejorar a través del trabajo en equipo y la innovación.
Todavía es peor el caso en que algunos empleados de la empresa (por propia iniciativa) proponen nuevas formas de hacer las cosas. Nuestra reacción suele ser responder con increíbles excusas y ridículas justificaciones para no cambiar, o en el peor de los casos mostrar indignación por un supuesta agresión a nuestra competencia basada en la experiencia.
«La gente no puede descubrir nuevas tierras hasta que tenga el valor de perder de vista la orilla» André Gide. Compartir en LinkedIn
La pregunta que entonces debería hacerme es:
¿Para qué me sirve desechar esa propuesta de mis compañeros?
La respuesta está clara.
Para no experimentar y tener que salir de mi zona de confort.
Para no reconocer que otras personas están siendo capaces de aportar conocimiento e ideas a mi proceso.
Para mantener el control y propiedad de mi departamento.
Para no mostrar debilidad en mi liderazgo.
Para no sentar precedente en la forma en que se generan cambios en mi departamento.
Para no fomentar la incómoda participación en la decisión.
Cuando, si lo miramos bien, realmente es un regalo la posibilidad de que mis compañeros propongan cambios en al forma de hacer, ya que eso además de incrementar las posibilidades de mejorar, suponen uno de los mayores generadores de motivación y compromiso en el equipo.
Por tanto, a la hora de analizar nuestra desventajosa situación con los competidores, no busquemos la causa fuera de nosotros sino en nuestro viejo método de hacer las cosas, es ahí es donde tenemos más capacidad de acción y por consiguiente más posibilidad de éxito.
Un abrazo y buena semana.
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